miércoles, 1 de marzo de 2017

Aprendiendo a ser "paciente"

He aprendido más de la medicina en el tiempo que me ha tocado ser paciente que en los años que metí la cabeza dentro de un libro. 
Que una sonrisa alivia más que cualquier medicamento.
Que una enfermera que está pendiente que no tengas frío se verá como una reina salvadora ante tus ojos. 
Que estar elegantemente vestido con una bata de cirugía te hacen recordar lo vulnerable que eres. 
Que tomar agua cuando tienes sed no tiene precio. 
Que las agujas dan miedo pero quitan dolores.
 Que es importante hacer sentir bien a tu vecina de camilla, porque su descanso no sólo también el tuyo, sino un motivo más de tranquilidad y alegría. 
Que te sientes mejor apenas decides dejar de contar los días malos y llevas la cuenta de las horas buenas. 
Que a veces los médicos no sabemos  todo pero intentamos lo mejor; y cuando tú eres ese paciente, te hacen sentir mejor que ellos lo reconozcan. 
Que las personas que te quieren también se cansan de verte mal, y que merecen disfrutar de tus buenos momentos. 
Que a veces sientes que no puedes hacerlo todo, y que entonces debes aceptarlo y hacer lo que puedes.

Que la aventura de la vida es disfrutar mientras puedas el simple hecho de que aún existas.

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